MFP-AESC_Just-Breathe

Es sorprendente lo bien que le hace respirar profundamente cuando se siente tenso, preocupado, nervioso o estresado. Respire profundamente dos veces para limpiar los pulmones. Relájese todo lo que pueda. Concéntrese en la respiración; aparte todos los pensamientos de su mente. Inhale por la nariz hasta llenar los pulmones. Sienta cómo se expande el tórax. Hágalo lentamente. Cuando ya no pueda meter más aire en los pulmones, exhale lentamente por la boca. Sienta cómo sale el aire de los pulmones y el tórax va achicándose o expandiéndose. Exhale hasta que no le quede aire en los pulmones. Repítalo. Ahora, durante uno o dos minutos, respire normalmente, concentrándose en la respiración, en el tórax que se llena de aire y en el aire que va saliendo. Puede hacer este ejercicio en cualquier momento y en cualquier lugar. Puede hacerlo sin que nadie se dé cuenta. Le llenará el cerebro del oxígeno que necesita, le calmará y le ayudará a concentrarse. Recuerde: ¡respire!