Podría estar diciendo: “Todos estos cambios son difíciles para mí. Ahora que nuestra familia está adaptándose a trabajos nuevos, reintegrándose a la vida civil, con médicos nuevos y escuela nueva, me resulta difícil adaptarme a todos estos cambios”. Puedes apoyarme tratando de tener paciencia conmigo. Estoy haciendo lo que necesito hacer mientras me adapto a los grandes cambios en nuestra vida. Dame palabras claras y sencillas para expresar lo que siento: “Te ves triste. ¿Extrañas a la señorita Lisa, que te cuidaba?” Trata de mantener mi rutina diaria en casa. Desempaca y arma mi cuna o mi cama, la silla de comer y algunos de mis juguetes. Cántame la misma canción a la hora de ir a dormir. Conversa con mi nueva maestra sobre lo que me está pasando y sobre la forma en que pueden ayudarme a adaptarme. Trata de pasar más tiempo conmigo en mi nuevo programa de cuidado infantil. Cuéntame las cosas que hacíamos antes en nuestra casa anterior o en el programa anterior. Muéstrame fotos de personas que tal vez extrañe. Si estás preocupada porque me veo decaído o no muestro ninguna emoción, habla con el médico.
