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La crianza de los hijos suele ser un reto para un padre o una madre que está solo, y a veces se necesita un poco de ayuda. Aunque no trabaje fuera de casa y no necesite un servicio de cuidado infantil, habrá momentos en que querrá salir y hacer otras cosas. Necesitará a una niñera a quien pueda confiarle el cuidado de sus hijos queridos. Una forma de hacerlo es pedirle a un adolescente que comience a ir a su casa para ayudarle con los niños. Sus colegas del trabajo o sus vecinos tal vez conozcan a alguien a quien podrían preguntarle. Cuando el ayudante vaya a su casa para estar con sus hijos, usted también estará allí. Puede pedirle a su ayudante que juegue con los niños y que colabore con algunas de las tareas cotidianas, como ayudar a los niños a vestirse, darles el almuerzo y leer con ellos. A medida que vaya adquiriendo confianza en su ayudante, podrá salir de casa por períodos cortos; por ejemplo, para ir rápido a comprar más pan a una tienda de artículos de primera necesidad. Cuando confíe lo suficiente en su ayudante, podrá salir durante ratos más largos. Esta es una buena forma de cuidarse uno mismo, al no tener que preocuparse tanto por lo que signifique para sus hijos que se tome un poco de tiempo para usted mismo. Además, cuando se cuide usted misma tendrá mayor energía para cuidar a sus hijos.