Podría estar diciendo: “A veces me enojo” o “Siento tantas cosas dentro de mí y no tengo palabras para expresarlas, entonces pierdo el control de mis emociones”. Lo que puedes hacer para apoyarme es pararme con firmeza y con dulzura a la vez. Dime que no está bien pegar o morder. Recuérdame que duele. ¡No me muerdas! Muéstrame lo que puedo hacer cuando me enojo o me siento frustrado. Ayúdame a darle un nombre a lo que siento. Recuerda que necesito mucha ayuda y tiempo para aprender a controlarme. Otra cosa que debes recordar es que lo que tú sientas influirá en lo que yo siento. Cuanto más calmada estés, más fácil me resultará calmarme.