¿Sabías que tengo que aprender a regular mis emociones antes de seguir reglas y comprender límites? ¡Así es! Tampoco nací con la capacidad para calmarme. Necesito que tú u otro adulto de confianza me ayude a lidiar con mis sentimientos y emociones intensos. Aprenderé a calmarme por medio de mis interacciones contigo y con otros adultos cariñosos que forman parte de mi vida. Este aprendizaje comienza con el nacimiento y continúa toda la vida. Como soy tan pequeño, lo primero que tengo que aprender es a calmarme. Todos los bebés encuentran su propia forma de calmarse. Puedes mostrarme distintas formas: me calmo cuando me tienes en brazos y me acunas o me cantas, o cuando me chupo el dedo o me das un chupete. Cuando me muestras cómo calmarme, aprendo que puedo confiar en ti y recurrir a ti para sentirme seguro. Recuerda que, cuanto más calmada estés, más me calmado estaré yo. Si mi llanto te exaspera, ponme en un lugar seguro, como la cuna, y tómate unos minutos para calmarte. Tú y yo estamos mejor cuando tú mantienes la calma. Yo necesito que tú me cuides y me ayudes a controlar las emociones durante este primer año de mi vida. Es bueno saber que no puedes malcriarme este primer año. Necesito tu amor y consuelo para aprender a sentirme seguro y confiado.