Ahora que hablo más y más, podría ser tentador dejar de prestar atención, sobre todo si estás ocupado o haciendo otra cosa. Pero, en realidad, necesito que me hagas saber que me estás escuchando, la mayor parte del tiempo. Cuando te haga una pregunta, respóndemela (aunque ya la haya hecho muchas veces). Si señalo algún objeto y lo nombro, repítelo y hazme una pregunta acerca de éste. Conversa conmigo todo lo que puedas de una manera que yo pueda entender y pon atención cuando yo quiero hablar. Sentiré que se me escucha e intentaré hablar más y más.
