Con reglas apropiadas para mi edad, sé qué puedo esperar, lo cual me ayuda a sentirme seguro y me da la sensación de que tengo control sobre mi vida. Es importante que pongas límites y que me exijas siempre que los respete. Puedes ayudarme a conocer estos límites con unos pocos pasos fáciles. 1) ¡Mantén la calma! Cuando más calmada estés, más calmado estaré yo. Cuando esté perdiendo la calma, tengo que saber que puedo contar contigo. 2) Si estoy teniendo dificultades y comienzo a descontrolarme, trata de distraerme. No hagas caso a mis patadas y gritos; en cambio, haz algo diferente e inesperado, como pedirme que juegue contigo, decirme que mire algo interesante afuera o darme un abrazo y decirme que me entiendes. 3) Ayúdame a aprender a tomarme un descanso. Crea un lugar seguro donde pueda recobrar la compostura: podría ser un rincón tranquilo con almohadones y algunos de mis libros y animales de peluche. Puedo ir a mi rincón tranquilo para calmarme y recobrar la compostura. 4) Cuando me calme, ayúdame a reconectarme contigo con una voz cálida y calmada. Dame un abrazo. Dime lo bien que me calmé. 5) Conversa conmigo sobre lo que ocurrió y ayúdame a resolver el problema: “Estabas muy enojado y pateaste a tu hermano. Está bien sentirse enojado, pero en nuestra familia no nos pateamos ni nos lastimamos. Las patadas duelen”. Dame ideas para manejar mejor la situación la próxima vez: “Vamos a darle a tu hermanito algunas de sus tazas para que no te quite la tuya”. 6) Sugiere formas con las que puedo manejar mis emociones intensas, como saltar, patear el piso, acurrucarme en mi rincón tranquilo y pasar un rato solo o hacer un dibujo que exprese mi enojo. Enséñame que hay muchas formas saludables de expresar mis sentimientos sin herir a nadie. Conforme aprendo a controlarme, es importante que lo que  me digas tenga sentido. Si veo que lo que haces es igual a lo que dices, estaré en mejores condiciones de tomar buenas decisiones. Si las reglas cambian todo el tiempo, será difícil para mí aprender cuáles de las reglas son “reales” y cuales no lo son.